Foto: Abraham Aréchiga
Texto: Julio Ríos
Publicado en: Gaceta UdeG
Pulverizar la memoria histórica es una de las estrategias de los grandes capitales para imponer proyectos depredadores del medio ambiente y modos de vida basados en el consumo, considera la investigadora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Elia Méndez García.
Con su trabajo “De relámpagos y recuerdos… Minería y tradición de lucha serrana por lo común”, Méndez García obtuvo el Premio a la Mejor Tesis de Doctorado, que otorga desde 2017 la Cátedra Interinstitucional: Universidad de Guadalajara-CIESAS Jorge Alonso, a la Mejor tesis de doctorado.
En la tesis analiza la lucha de los habitantes de la Sierra Juárez, en Capulápalam y Natividad, Oaxaca, en contra del despojo de tierras para proyectos mineros.
“Yo estudio esas formas de imposición del olvido. El capital impone maneras de entender la realidad muy a modo, que son precisamente benéficas para una sociedad basada en el dinero y el consumo y que expropia las capacidades políticas de ver la vida de otra manera”, relata Méndez.
Señala que el capital con la imposición de olvido produce, en contubernio con artefactos del Estado, una historia nacional oficial que pone en primer plano a los héroes que nos dieron patria, a los grandes hechos bélicos, a las grandes tomas de lugares, pero obscurece como esas luchas sociales fueron posibles gracias a las grandes masas de campesinos u obreros.
“En esos personajes que pasan a segundo plano y que convierten en masa, es donde encuentro otra manera de entender el devenir histórico, para develar las mentiras que el capital va sembrando”, reflexiona en entrevista.
La vocera del Consejo Nacional Indígena, Marichuy Patricio, también denuncia esa devastación e imposición del modelo capitalista, ¿no es irónico que para ser candidata a la presidencia deba recoger firmas a través de un artefacto, como un celular que fue diseñado por el capital?, pregunta el reportero.
“Ella viene a romper otro de los olvidos históricos. Asumirnos como mexicanos nos pone por iguales. Pero Marichuy nos revela que no es cierto, nuestro país es racista. No es lo mismo tener una tez o hablar una lengua. A los espacios de los blancos los indígenas no llegan, somos un pueblo racista, patriarcal, donde hay desigualdad entre hombre y mujer. Y eso se invisibiliza con esa manera de igualarnos ante el derecho y la constitución. Contra todas estas capas de olvidos históricos y sociales, de encubrimientos y silenciamientos, es que la propuesta desde abajo de una mujer indígena viene a sacudirnos”.
El premio consiste en la publicación de esta tesis a manera de libro, con las recomendaciones de un jurado plural e interinstitucional. Además, la Secretaria Académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Guadalupe Moreno, entregó un pergamino a la ganadora.
El doctor Jorge Alonso apuntó que se han arreciado los despojos del capitalismo y sus poderes políticos contra los pueblos, por lo cual este libro adquiere relevancia especial.